InicioNuevos ValoresNuevos valores: Fábrica de Espejos

Nuevos valores: Fábrica de Espejos

-

«Liberarse de las palabras» para quedarse con las emociones: esa es la intención de los gallegos Fábrica de Espejos con su música, un particular sonido cercano al dream pop que ellos mismos han bautizado como space pop, donde voces y palabras se pierden entre un mar de texturas, bases e instrumentos para lograr atmósferas emotivas y ensoñadoras. Nacida en Chantada (Lugo) hace dos años, esta formación busca generar «un torrente en el que las letras estén, y quieran decir algo, pero sin necesidad de estar pendiente de ese ‘algo’, sino del conjunto sonoro», explica Isaac Ferreiro, fundador del grupo, cantante y guitarra. Esta intención se ve en la evolución entre su primer y segundo EP, siendo este último -‘Astro Rey’ (2019, autoeditado)- muestra de un sonido más maduro y atmosférico, próximo a influencias de la banda como los gallegos Nadadora.

Fábrica de Espejos nacía en 2017, cuando Ferreiro decidió dar rienda suelta a sus inquietudes creativas en temas «que no tenían cabida» en su anterior grupo, Terror Erótico Adolescente, más orientado hacia lo puramente electrónico. El primero en subirse a esta fábrica de sonidos, sería Ángel Novoa ‘Yeyes’, compañero en su anterior grupo y encargado a día de hoy de las bases electrónicas en ambas formaciones. Y tras el Festival Fa Ce La Lugo de aquel año, animaron en el viaje de vuelta a sumarse a su guitarrista actual, Humberto Novoa. Entre los tres comenzaron a grabar su primer EP, ‘Esferas’, y fue por esa época cuando se sumó también como bajista Álex Pacheco.

Pero no sería hasta casi un año después cuando encontrasen la última pieza del grupo, los coros. El momento fue a la vuelta del Festival Tomavistas 2018. «Volvíamos con la euforia del festi y le dije a Leti -novia de su hermano- que cogiese el micro y se pusiese a hacer pruebas», explica Ferreiro, quien recuerda cómo, sorprendentemente, todo encajó a la perfección con lo que quería: una segunda voz, que se mezclase con el resto de instrumentos como un sinte, para generar atmósferas. Y así se unió, «de forma muy casera», Leticia Iglesias para completar el sonido que se percibe en su último EP, presentado recientemente en el lucense Fa Ce La Fest.

Isaac Ferreiro y Leticia Iglesias durante su concierto en el Fa Ce La 2019 / Noel Castro

Ferreiro tiene muy claras las influencias de su grupo: «el shoegaze de siempre, aunque nosotros no hagamos este género«, dice para relatar una larga lista que pasa por los dos primeros discos de My Bloody Valentine, Los Planetas, Nudozurdo, Acuario o Nadadora. «Son grupos que me destrozan», explica el chantadino, quien reconoce que es muy de encerrarse en un disco y escucharlo hasta agotarlo. «Digamos que me obsesiono con ciertas canciones y luego ya me meto en las mías», explica. Es por ello que al preguntarle por recomendaciones en la escena gallega reciente, tenga que rebuscar un poco. Al final, se queda con Terror Erótico Adolescente, KadettGSI o Blanco Palamera. Y si tuviera que escoger tres discos, estos serían ‘Cálida’ de Disco! Las Palmeras, ‘Cassettes Para Niños’ de Acuario y ‘Luz Oscuridad Luz’ de Nadadora, grupo al que se sienten muy próximos en sonido.

Además de tocar la guitarra y cantar, Ferreiro es compositor y letrista del grupo. El proceso de escritura es cuando menos, algo críptico, según explica: «Me sale una línea de acordes, un sonido y en ese momento estoy sintiendo algo que tampoco sé realmente lo que es; trato de darle salida y poco a poco voy encontrando respuestas sonoras y en forma de palabras», explica. En vez de hablar sobre un tema en concreto, trata de vocalizar los sentimientos que le producen los sonidos que está creando: «A veces es después cuando encuentras por qué lo estás diciendo», reconoce.

Se trata, en definitiva, de «desnudarse ante uno mismo» usando la música como vehículo para escarbar en lo más profundo. Con respecto a la recepción del público, explica que no se puede prever. «Hay quien me dice que le parecen triste, a otros les parece un subidón…; y a mi me pasa lo mismo: me cambia la perspectiva de las canciones con el tiempo, según el momento que estoy viviendo», admite.

Uno de los principales impulsos en estos dos últimos años llegó cuando fueron seleccionados en 2018 entre los 25 finalistas del concurso Sonidos Mans, organizado cada año por los gallegos Estudios Mans. «Salimos finalistas con un tema que habíamos hecho en casa, todo ‘a monte’, y cuando vimos que nos habían seleccionado tuvimos un incentivo, nos dimos cuenta de que necesitábamos más música para la gente que nos fuese a escuchar», explica sobre el nacimiento de su primer EP. Luego tocaron en Santiago, y quedaron como reserva para tocar en el Festival de O Marisquiño, en Vigo. Ferreiro no descarta seguir presentándose a concursos: «Es algo que no tiene por qué quitarte nada y te lo puede dar todo«, explica.

En este sentido, Fábrica de Espejos consideran que la música, a día de hoy, es lugar de grandes oportunidades pero también retos. La imposición de las redes sociales como principal medio de comunicación de las bandas, por ejemplo, tiene tanto pros como contras. Y es que ahora hace falta «dominar otros registros más allá de lo meramente musical» y, aunque estas tecnologías permitan conectar más fácilmente con los fans o con otros grupos, sigue siendo necesario encontrar a alguien «que apueste por ti, te ofrezca amparo y puesta en escena». Al haberse democratizado la relación entre bandas y público y el acceso a los canales de comunicación, cada vez es más difícil hacerse destacar. En este sentido, Ferreiro apunta al fenómeno por el que ciertas bandas estén «apadrinando» a otras de menor tamaño, en las que se asemejan por sonido, estén ayudándolas a producir o ganar en visibilidad. «Es un fenómeno bonito, no creo que sea enchufismo», matiza.

En esta línea, también, el panorama festivalero español se está reinventando. «Cuando los festivales que antes cubrían el nicho de grupos incipientes han dejado de hacerlo para acercarse a un circuito más habitual —en Galicia el Festival do Norte, Cultura Quente…—, han tenido que aparecer nuevos eventos que apostasen por cubrir este vacío», explica. Así señala al Esmorga Fest, el Fa Ce La o el Osa do Mar, los tres en la provincia de Lugo, como símbolos de una programación que busca dar voz a nuevas bandas.

En Chantada, Ferreiro organiza desde hace algunos años el Festival Independiente de Chantada (FICH). La pasada edición de este festival, que se celebra en distintas partes del pueblo, contó con grupos como Peinetta, La Plata, El Lado Oscuro de la Broca, GRIMA o Tourmalet, entre otros. «Vivimos un poco de las relaciones que mantenemos fuera», explica Ferreiro para apuntar que no pueden ofrecer a las bandas grandes cachés pero sí una experiencia, un fin de semana en que «lo van a pasar ‘de puta madre'».

El cantante de Fábrica de Espejos es consciente de la dificultad que conlleva apostar por bandas incipientes, especialmente en sitios pequeños donde predomina la «cultura del bombazo». Junto al «fenómeno orquesta, muy dañino en Galicia», esta situación hace que la gente no considere pagar por grupos a los que no conoce, y dificulta la generación de un circuito de salas potente. La forma de salvarlo quizás esté en una apuesta constante que genere marca y fidelice a ún público, como puede ser el caso de salas míticas como el Café Pop Torgal en Ourense, el colectivo La Melona en Santiago, o el bar Ho! Gruf en Lugo.

AUTOR

¿Te gusta CrazyMinds? ¡Síguenos!

BUSCADOR

Y MUCHO MÁS...

spot_img
spot_img