En septiembre los fanáticos de The Script sintieron que el retorno de su amado trío irlandés parecía prometedor y es ahora con “Sunsets & Full Moons” cuando confirman sus sospechas. Fue entonces cuando la banda publicó el adelanto titulado ‘The Last Time’, una balada típica de este conjunto. Una guitarra y piano para introducir, una letra emotiva y un coro explosivo. Su vuelta a la fórmula del éxito era evidente y es que en el predecesor “Freedom Child” la carga política abundaba y en este nuevo LP es el vocalista, Danny O’Donoghue, quien enfoca en sus versos lo profundo de sus sentimientos.
El debut de The Script, hace ya algo más de diez años, vino acompañado de la trágica muerte del padre de O’Donoghue y hay quien considera a este sexto álbum la “secuela no oficial” pues fue su madre quien falleció durante la creación del mismo en este caso. Aun con el enorme pesar y los abundantes sentimientos negativos, así como el dolor de la situación, el conjunto centra sus esfuerzos en darle esperanza a prácticamente cualquier mala situación. El sonido “pop” y la gran labor de producción bajo este trabajo hacen que suenen potentes cuando así ha de ser, calmados si el momento lo requiere y dando protagonismo a las letras y voz de su líder sin desmerecer la calidad de los otros dos integrantes.
‘Something Unreal’ entra impactante y fresca, sin las virguerías del disco anterior. Apoyados por unas cuerdas, The Script traen un estribillo con un potente gancho. Éste es uno de los “himnos” del largo y su energía rebosa dando como resultado una gran introducción. Le sigue el adelanto ya mencionado. ‘The Last Time’ y su punteo de guitarra estilo “The Man Who Can’t Be Moved” (2008) soportado por acordes de piano que se abren y cierran en frecuencias a medidas que aumenta la tensión. De nuevo es la melancolía la que abunda en la pista y O’Donoghue juega con la palabra “last” para decir que las promesas decían que duraría y ahora todo es lo último que queda de algo recientemente acabado. Una reflexión ante las despedidas y el dolor de ver partir, así como la incomprensión tras haber armado un futuro ahora derrumbado.
Siguiendo la línea de “Army of Angels” (2017), el cantante cuenta en ‘Run Through Walls’ la necesidad de apoyarse en los cercanos, en los amigos, para superar la adversidad. Rinde homenaje a sus seres queridos y les agradece estar ahí en las buenas y en las malas, cuando necesita héroes y ellos aparecen sin pedir nada a cambio. Como en otras canciones, el guitarrista del grupo, Mark Sheenan, tiene su momento “hip-hopero” que contrasta con la melódica voz de su compañero.
No todo es reflexión, también hay algo de crítica en el disco. ‘If You Don’t Love Yourself’ puede enfocarse como una mirada interior que pone en jaque los actos de cada uno o como un grito de rabia a quien dejó pasar la oportunidad y jugó con los sentimientos de los demás. Es el contraste directo con la primera pista del álbum. “¿Cómo puedes amar si no te quieres a ti mismo?”. Este insistente mensaje invita a aprender de cada uno para así dar lo mejor posible a los demás y presenta la dificultad de los cambios en el puente con un verso hermoso para esta balada: “Cada giro y giro que toma nuestra vida, como un bote en el mar cuando se rompe la ola, cada noche es el amanecer de un nuevo día«. Por si fuera poco, O’Donoghue da su lección moral particular: “No pierdes si aprendes de tus errores”.
‘Hurt People Hurt’ People Vuelve a jugar con el lenguaje para dar un mensaje de ánimo e inspiración tras la pérdida. Saber despegarse y valorar lo que tienes a tu lado. En vez de “medir un corazón por el tamaño de un hombre…medir al hombre por el tamaño de su corazón”. El dueto vocal vuelve a estar presente y el contrapunto rítmico a cargo del baterista, Glen Power, hace ligera y fácil la transición.
‘Same Time’ es la calma etérea entre el pop-rock rítmico. Quizá no hacía falta algo así pues este breve LP es, en su mayoría, suave. O al menos así lo presenta su producción. Para algunos la vuelta al sonido “clásico” de The Script no ha sido positivo. Para otros es en ‘Underdog’ donde “No Sound Without Silence” (2014)y “Freedom Child” (2017) se tocan. En una montaña rusa instrumental O’Donoghue “rapea” sobre su fuerza interior, de nuevo con el parón pertinente para Sheenan. “Justo cuando crees que he abandonado es cuando empiezo a luchar”. La banda confía en el empoderamiento y estimula al oyente para que tenga ganas de combatir por sus sentimientos desde el primer momento y, hasta tal punto, que este tema abre con el estribillo como queriendo decir que “actuar” es sinónimo de “ahora”.
El dolor es un leitmotiv entre las nueve pistas de “Sunsets & Full Moons”. ‘The Hurt Game’ recuerda a un amor pasado sabiendo que ya se ha perdido y lamentándose de la soledad que ve a su alrededor. El líder se deja la voz en el estribillo al más puro estilo ‘Good In Goodbye’. Perdonar, olvidar y empezar de nuevo sin olvidar lo cercano que esa persona llegó a esta es el orden a seguir para no entrar en el bucle del “juego del dolor”. Cierran con ‘Hot Summer Nights’ y un vibe travieso que pone el broche final a un sexto trabajo muy pasional.
“Sunsets & Full Moons” es un disco para los seguidores de la banda y para todos aquellos que sufrieron recientemente una pérdida. Abundan las emociones en esta vorágine de amor, desamor, lamento y esperanza, alegría y desesperación. The Script “repiten” con su fórmula, mas no por ello lanzan un mal trabajo. Era lo esperado y, en gran medida, lo necesario tras su predecesor trabajo. Tenían que decidir si seguir la corriente que los desvió o aprender de ella y afianzar su sonido y así ha sido. Poco destaca por encima del resto, pero nada está fuera de lugar ni se nota incoherente. Se queda corto y algo suave, con ganchos memorables, pero sin un bombazo que resalta enormemente. En resumen, este LP poco innova y mucho emociona dando al oyente una bonita experiencia con lo que cualquier amante de The Script quería escuchar.
