Un álbum bajo dos premisas temáticas, un trabajo ambicioso por una parte y típico por otra, un nuevo disco publicado por Bastille. Doom Days es el tercer largo en una carrera de casi una década con la voz de Dan Smith como protagonista y apoyada por su banda londinense.
En un mundo en el que la tecnología ha invadido toda cotidianeidad, en el que las noticias dramáticas ya no sorprenden y hay gente que desea evadirse de ello; Bastille deja de lado la crítica internacional y se arrodilla a pie de calle buscando a la gente normal y los sentimientos que lo rodean. “Se trata de encontrar consuelo en las personas” decía Smith en una presentación.
Los británicos presentan un álbum conceptual de once temas y más de media hora de música tramada en torno al transcurso de una noche previa a la llegada del alba. Quarter Past Midnight es la agridulce apertura tras el sonido pop. Un tema con los elementos clásicos de una canción de Bastille que alude a una pérdida y se lamenta de no haber sabido lo que en verdad valía. Esta primera propuesta comienza el viaje desde una recién pasada media noche y con una actitud melancólica que se mantendrá durante todo el LP. Smith añora y critica la exposición humana y la despersonalización; la búsqueda y persecución continuada de algo siempre insatisfactorio. Bad Decisions, cerca de la una de la mañana, se arrepiente de esas malas decisiones que retornan sin solución una y otra vez a las cabezas de la gente.
El viaje continúa tras bajarse del Uber y rodearse de sus colegas en una primera mitad que no deja de venerar el escapismo y la evasión constante de la realidad. La brecha del disco separa Million Pieces del tema homónimo y matiza las diferentes facetas pretendidas. De una pista que habla de felicidad, ignorancia voluntaria y euforia; que pretende desconectar del mundo sin la pesadez de las anteriores, el tracklist pasa hasta Doom Days. La sexta canción deja el lado contemplativo de las relaciones humanas y la diversión y emotividad que rodea a las conexiones entre la gente y se centra en la segunda vía temática del largo. La globalización, el cambio climático, el sufrido Brexit que mantiene en vilo al conjunto inglés y la adicción a las nuevas tecnologías son el leitmotiv de esta canción.
Nocturnal Creatures ve el final de la noche cerca e intenta “encontrar consuelo en las personas”. Se acerca el alba y 4AM ofrece uno de los momentos vocales de Smith. Su protagonismo brilla en una pista sin rematar rítmicamente que precede al pack más melancólico. Another Place y Those Nights sienten la soledad del final del trayecto. Apenas queda reflexión en el poso de una aventura que deja versos como: “nunca llegarás al cielo en una noche como esta”. El proyecto, aun amargo, gana un tinte dulce con Joy, un broche final positivista que posiciona a la alegría como la sanadora de todo bache oscuro y una llamada final que alivia las penas y elimina una lamentada resaca.
Bastille querían traer un disco disfrutable e incluso bailable, a su manera, centrado en el placer de las pequeñas cosas ante un mundo superado por sus propias creaciones. Ante una producción brillante tal y como se esperaba, Doom Days pasa sin pena ni gloria sonando épico en momentos, reflexivo en otros y más de lo mismo en su mayoría; como una larga noche resumida en cuarenta minutos.