InicioConciertosCrónica Low Festival 2019: Apostando sobre seguro

Crónica Low Festival 2019: Apostando sobre seguro

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Ya lo hemos dicho en varias ocasiones, apostar por el Low Festival es hacerlo a caballo ganador. Después de varios años de continuo crecimiento y de pulir detalles edición tras edición, no se puede negar que estamos ante uno de los festivales más importantes del territorio español y, sobre todo, uno de los que más garantías de comodidad, calidad y diversión dan a sus asistentes.

La de este año ha sido la undécima edición del imprescindible evento veraniego de Benidorm (la novena en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor, tras una primera edición en 2009 celebrada en el Puerto de Alicante y una segunda, el año siguiente, en el Parque de l’Aigüera de Benidorm). En estos años, el cartel siempre ha recogido lo más granado del panorama nacional e internacional y el pasado fin de semana se constató esto, en otra edición memorable.

Viernes

Nuestra llegada al recinto coincidió con el final del concierto de Dorian, el cual no pudimos disfrutar, pero llegamos a tiempo para presenciar el show de Zahara. La artista ubetense, rodeada de sus escuderos de lujo (Martí Perarnau, Manuel Cabezalí, Carlos Sosa y Pablo Pérez), ofreció un concierto perfectamente encajado dentro de su gira ‘Astronauta’, con gran protagonismo de las canciones de su último álbum y, salvo la maravillosa e íntima interpretación de “El frío”, el setlist estuvo protagonizado por la vertiente más festiva de la cantante.

El propio Martí Perarnau, en continuo crecimiento artístico, aporta su personal visión sonora, dotando a las canciones de una mayor contemporaneidad, como en el final de “Diluvio universal”. El momento culmen del concierto, como no podía ser de otra manera, fue con el hit “Hoy la bestia cena en casa”, con los bailarines acompañando a Zahara y ella sintiéndose más diva que nunca, entremezclándose con el público y elevándose ante sus seguidores.

Zahara
Foto: Javier Rosa

Con Foals vivimos uno de los más esperados directos de todo el festival. Con una escenografía y audiovisuales muy en la línea del arte de su último disco ‘Everything Not Saved Will Be Lost: Part 1’, la banda de Oxford ofreció a sus fans un espectáculo lleno de energía, sudor y carisma, con un Yannis Philippakis comodísimo en su papel de frontman, siempre acompañando su actitud de la particular manera que tiene al tocar la guitarra.

La imprescindible “My Number” sigue siendo el gran hit de Foals y no necesita presentación, es siempre una garantía de éxito total, mientras que el espectacular (y típico ya) baño de masas de Philippakis en “What Went Down”, pone patas arriba cualquier recinto en el que se presente y el Low no podía ser menos. Solo son dos de los momentos más destacados de un concierto que se ha situado entre lo mejor de estos tres días.

Foals
Foto: Javier Rosa

Con Bastille, por el contrario, siempre se tuvo la sensación de haber podido dar más. Los londinenses tienen canciones con gancho (“Pompeii” es absolutamente imprescindible), actitud para conseguir conquistar al público, pero quizás se pierden demasiado en ciertos artificios sonoros, en una épica demasiado impostada a veces y en una puesta en escena demasiado teatral y forzada. No hicieron un mal concierto en cuanto a sonido y repertorio, pero eso a veces queda diluido entre otro tipo de envolventes.

Podría ser el mismo caso que con Miss Caffeina, pero la diferencia que estos tienen es la manera que han tenido de asumir su nuevo (y comercial) sonido como algo verdaderamente suyo. La evolución de la banda y de su música no son forzadas, sino que han aprovechado un tirón lógico y un nuevo lenguaje en el que se sienten verdaderamente cómodos.

La etapa que comprende sus dos últimos álbumes de estudio (‘Detroit’ y ‘Oh Long Johnson’), es la protagonista absoluta de su espectáculo, que convierte el recinto en una gigantesca pista de baile, con momentos álgidos como el reivindicativo discurso de “Oh Sana”, el que es su gran éxito “Mira como vuelo” y la rave que hicieron en el vis, enlazando “Bitácora”, “Gladiador”, “Freed From Desire” y “Cola de pez (Fuego)”, con la que dieron por concluido su concierto.

Sábado

Para arrancar la jornada, siempre es de agradecer que haya propuestas diferentes en un festival como este. Así, Alice Wonder se presentó en Benidorm y era la tercera vez en su vida que participaba en un festival, de ahí que esa ilusión se transmitiera desde el primer momento. La voz de la cantante madrileña reconforta y acoge al recién llegado, asumiendo a la vez el teclado o la guitarra de una manera natural.

A pesar de que su propuesta es, por lo general, bastante sosegada, “Rob A Bank” aporta algo de furia y energía a un concierto en el que brillaron con luz propia “La apuesta” (tema compuesto por Guille Galván, de Vetusta Morla, para la BSO de ‘¿Qué te juegas?’) y la fantástica canción que es “Strategy”.

Alice Wonder
Foto: José Navarro

Full aportaron su efectivo indie-rock en una tarde en la que “Alfombra roja” y “Zombis”, entre otras, contagiaron a los asistentes de la excelente pegada con la que cuentan las canciones de la banda sevillana y la voz de su cantante, Javier Valencia. Todo esto ocurrió antes de que en el escenario principal del Low Festival tuviera lugar el que quizás fuese el mejor concierto del día, el de los murcianos Viva Suecia.

El grupo formado por Rafa Val, Jess Fabric, Alberto Cantúa y Fernando Campillo están a un pasito de llegar a los grandes recintos, eso se ha ido percibiendo en su continuo crecimiento y se constató en la noche del sábado, donde tocaron el cielo ante miles de personas que asistieron con pasión a su concierto. Viva Suecia se han instalado en la primera división del panorama independiente español y su próximo lanzamiento discográfico, que llegará tras el verano, será la confirmación definitiva.

Los ingredientes de la música del cuarteto son todos los necesarios para enganchar a cada vez más gente: melodías envolventes, riffs contagiosos, letras con las que identificarse y una potencia en directo que les ensalza aún más que su sonido de estudio. “A dónde ir” tiene toda la intensidad y emoción que se espera, “Lo que te mereces” se ha convertido ya en un éxito de su repertorio, “Hemos ganado tiempo” consigue una comunión total con el público, “Bien por ti” es un clásico de los últimos años… El repertorio es infalible y la actitud de sus creadores apabullante, con una sobria puesta en escena, donde las selectivas luces y los pasajes en penumbra dotan de una enorme credibilidad a cada uno de los temas que acometen. El triunfo de Viva Suecia fue glorioso.

Viva Suecia
Foto: Javier Rosa

Por la tarde habíamos presenciado la actuación de Alice Wonder y horas después la veíamos de nuevo sobre las tablas de la Ciudad Deportiva Guillermo Amor, esta vez junto a Ede, como corista de Xoel López, dentro de una banda tan perfectamente engrasada que parece imposible que no lleven toda la vida juntos.

El abanico de influencias que habita en los tres discos en solitario del músico gallego se pone de manifiesto en un directo ecléctico, donde todos los sonidos se articulan dando coherencia al discurso y donde cada vez hay menos concesiones a su etapa de Deluxe. “Que no” siempre será su canción más celebrada, su gran himno, de eso no cabe la menor duda, pero canciones como la extraordinaria “Tierra” se han vuelto imprescindibles desde el momento en que vieron la luz. Igual que ya es una bonita tradición que “El amor valiente” sea una canción coral, con cada miembro de la banda cantando una estrofa.

Xoel López
Foto: Javier Rosa

El grupo que sobre el papel era el gran reclamo de este día, New Order, ofreció un concierto por debajo de las expectativas generadas. Cierto es que una banda veterana como esta y con una carrera tan exitosa a sus espaldas, no necesita de grandes alardes para convencer a sus seguidores, pero en ocasiones el concierto de los británicos estuvo algo falto de intensidad.

Pero la experiencia de Bernard Sumner y los suyos es su gran credencial y la profesionalidad se percibe desde el primer acorde. Aunque el concierto arranque con las potentes imágenes del movimiento punk de los 70 y de las revueltas y movilizaciones sociales de la época acompañando a “Singularity”, el show que ofrecieron quedó algo encorsetado. Aunque, es de justicia admitir, que solo por el hecho de revivir en directo clásicos como “Bizarre Love Triangle” o “Blue Monday”, ya mereció la pena asistir.

El colofón fue uno de los momentos más emocionantes de todo el festival, cuando con la frase “ Forever Joy Division” a sus espaldas, New Order interpretaron “Love Will Tear Us Apart”, de la banda del desaparecido Ian Curtis. Un imborrable momento en el que se paralizó el tiempo.

New Order
Foto: José Navarro

Second siempre son una apuesta segura en los festivales y unos asiduos a la cita de Benidorm desde hace años. Por eso, asistir a sus conciertos es casi algo obligado. Aunque esta vez las canciones de su último trabajo ‘Anillos y raíces’, dejaban un poco frío a los asistentes, sus clásicos volvieron a ser muy celebrados y coreados. “Nivel inexperto” logra involucrar al público en su bonita tensión melódica y “Muérdeme” es coreada de manera masiva, gracias también a la pegada que tiene la voz de Sean Frutos y a su presencia como gran frontman que es.

De la misma manera que la noche anterior ocurrió con Miss Caffeina, el último concierto que presenciamos de esta segunda jornada fue una invitación al baile y a la diversión, sin más pretensiones. Aunque en esta ocasión, probablemente haya sido uno de los mayores hitos en la carrera de sus protagonistas.

Varry Brava reventaron el recinto del escenario Benidorm a base pop desprejuiciado y de un incontestable carisma. En los últimos años han dado un enorme salto cualitativo y cuantitativo y el show que ofrecieron fue la evidencia y la confirmación de todo ello. “No gires” sigue siendo su gran éxito, pero el clímax llegó con “La ruta del amor” y “Fantasmas”, las dos canciones con las que cerraron el concierto y con las que hicieron explotar de manera definitiva a los allí presentes, llevándoles a un estado de euforia que quedará en la retina de sus protagonistas durante mucho tiempo.

Domingo

Esta vez la jornada no arrancaba para nosotros con una propuesta íntima o cercana, sino con una banda que poco a poco va haciéndose un hueco en el panorama musical independiente. Nunatak llevan desde el año pasado pateándose salas y festivales de todo el país defendiendo las canciones de su último larga duración ‘Nunatak y el tiempo de los valientes’ y, en la tarde del domingo, ellos mismos demostraron creer por completo en todo lo que hacen. Mientras, otra banda que cada vez está dando más que hablar, se presentaba en el escenario más pequeño del festival. Cariño abarrotó el recinto en el que estuvieron ofreciendo su tratado de indie-pop, con reminiscencias noventeras que es ‘Movidas’, el álbum que les ha puesto en el disparadero gracias a canciones como “Bisexual” o “Canción de pop de amor”.

Nunatak
Foto: Javier Rosa

Tras el aperitivo que supusieron estas dos interesantes y prometedoras propuestas, llegaba el que quizás era el plato fuerte a nivel internacional de un día completísimo en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor. Aunque sean unos fijos en nuestro país y no sea difícil encontrárselos actuando en alguna sala o festival de cualquier ciudad española, ver a The Vaccines en directo siempre es un motivo de alegría.

Este ha sido el toque más british a nivel musical de todo el Low, gracias a su rock sin complejos, su frescura y su actitud. Su música, como la de otros coetáneos, sigue sonando a postadolescencia y a apabullante juventud, pero esto no es exclusivo, ya que su propuesta es 100% disfrutable por el público de todas las edades.

The Vaccines desplegaron todo su arsenal, con “If You Wanna” como gran caballo de batalla y con otros temas como “I Always Knew” o “Wetsuit” haciendo las delicias de las miles de personas que congregaron en torno a ellos, a pesar de la temprana hora a la que les programó la organización.

The Vaccines
Foto: Javier Rosa

Tras ellos llegó el turno de Mastodonte, la inclasificable propuesta escénica y musical comandada por Asier Etxeandía. Momento previo a los tres conciertos que probablemente marcaron el día: Fangoria, Carolina Durante y Vetusta Morla, que sin descanso entre uno y otro, hicieron que los lowers corrieran de escenario en escenario para evitar perderse ni un minuto de cada uno de ellos.

La carrera de Alaska y Nacho Canut es incuestionable y su colección de himnos lo es aún más. De todos es sabido el amor que la cantante profesa a la ciudad de Benidorm y lo mucho que le gusta acudir al Low Festival, por eso siempre se espera que ofrezca lo mejor en sus conciertos. El del otro día, no desmereció en absoluto esas expectativas, que se cumplieron con creces.

Con un completísimo repertorio en el que Fangoria encadena hit tras hit y en el que la propia Alaska cuenta con hasta tres vestuarios diferentes, el show arrancó con “Espectacular” y “Fiesta en el infierno”, para a lo largo de algo más de una hora abordar muchos de sus inmortales temas. Pero por si fuera poco el repertorio con el que cuentan, el dúo ( y sus músicos y bailarines) extrajeron dos canciones de su último álbum de versiones, ni más ni menos que “Historias de amor” y “Estoy llorando por ti”.

El desenlace final fue apoteósico, “Ni tú ni nadie” y “A quién le importa” hicieron que miles de personas rememoraran dos piezas que ya forman parte de la historia musical de nuestro país y que son patrimonio de todos nosotros. Auténticos himnos intergeneracionales que nunca pierden vigencia, por muchos años que pasen.

Fangoria
Foto: Javier Rosa

El grupo que mayor crecimiento ha experimentado en el último año ha sido probablemente Carolina Durante y no es de extrañar que se le empiecen a quedar pequeñas las salas y revolucionen cualquier festival por el que pasan. Con la corta carrera que tienen a sus espaldas ya cuentan con un puñado de éxitos que más quisieran poseer muchas de las bandas más veteranas de nuestro país.

Y su concierto en el Low Festival fue lo que todos esperábamos, un auténtico derroche de energía y un subidón de adrenalina constante. Parece poco probable que alguien pueda permanecer impasible ante trallazos como “Las canciones de Juanita” o “El himno titular”, igual que resulta imposible no cantar el estribillo de “Perdona (Ahora sí que sí)”. Pero lo que Diego, Martín, Juan y Mario han conseguido gracias a “Cayetano” es un fenómeno que no se da en la música habitualmente y la energía que contagian en directo es su gran secreto. Recuperando en cierta manera el espíritu ochentero, para Carolina Durante lo importante es la actitud, más allá de la perfección musical o la pulcritud de sonido. Su triunfo es apabullante.

Los cabezas de cartel nacionales por excelencia, Vetusta Morla, eran el gran reclamo de la última jornada del Low Festival y así se notó en su concierto, el más multitudinario de toda la edición, cosa que ya no sorprende a nadie. Como ellos mismos dijeron, «el Low nunca falla” y, visto lo visto, ellos tampoco lo hacen nunca. Y esta ya era la sexta vez que visitaban este festival.

Dos semanas antes, pudimos verles también coronando un Mad Cool en el que ellos eran casi los únicos protagonistas nacionales de entidad, pero la sensación que dejó su concierto fue algo extraña, no por su repertorio, ni por su energía, ni por lo que transmitieron. Quizás fuera por el público en sí, que no estuvo tan metido como acostumbra a verse en los conciertos de los de Tres Cantos. De eso nos hemos dado cuenta este domingo, cuando las miles de personas que abarrotaron el recinto principal del Low Festival, se involucraron de lleno desde el primer minuto.

Quizás a eso se referían con aquello de que “el Low nunca falla”. Y es cierto, les hemos visto muchas veces en este festival y el recibimiento y reacción de los asistentes es siempre idéntico: con una devoción absoluta. Prueba de ello es el hecho de que, por ejemplo “Copenhague” fuera cantada casi por completo por el público, con un emocionado Pucho que se obligó a sí mismo a disfrutar del momento y dejar que los protagonistas fueran sus seguidores.

El repertorio fue de menos a más en cuanto a intensidad se refiere, con un punto de inflexión claro en “La vieja escuela” y el típico baño de masas del cantante en “Mapas”. Desde luego, para Vetusta Morla no existen los partidos amistosos, siempre dan lo máximo y eso alcanzó su punto más alto cuando tras “El hombre del saco” ofrecieron su particular homenaje a algunas de las bandas con las que compartieron cartel (algo que vienen haciendo en esta gira de festivales), tales como Viva Suecia, Zahara, The New Raemon, Cupido o Dorian, entre otras. Vetusta Morla son siempre una garantía y con el público tan metido sus conciertos se convierten en algo verdaderamente épico.

Vetusta Morla
Foto: Javier Rosa

Encaramos la recta final de esta undécima edición del Low Festival de Benidorm con el concierto de la siempre solvente . Hace cinco veranos, la artista danesa dejó una deliciosa sensación a su paso por este mismo recinto y en esta ocasión su actuación fue más convincente si cabe. Desde el primer momento, fueron continuas sus incursiones entre el público, dejándose querer y regalando una cercanía inusual y constante a sus seguidores. Con la archiconocida “Lean On” como bandera absoluta de su repertorio, el setlist se redondeó con otras piezas recibidas con el mismo entusiasmo, como “Nights With You”

Las pocas fuerzas que ya quedan después de las largas jornadas de festival que llevamos en las piernas, las intentamos agotar con los últimos bailes, las últimas canciones con las que rasgarse la garganta más si cabe. Y lo hacemos de la mano de La Casa Azul y su seductor electropop. Al público le queda ya poca batería, pero se la guarda para entonar junto a Guille Milkyway sus indiscutibles éxitos “Podría ser peor” o “La Revolución sexual”.

El Low Festival 2019, ha significado un nuevo éxito de organización y de asistencia (75.000 personas aproximadamente) y los conciertos han tenido la calidad esperada, siendo algunos de ellos memorables. Ya lo decíamos, este festival nunca defrauda.

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

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