InicioConciertosCrónica León Benavente en Madrid (La Riviera, 2019)

Crónica León Benavente en Madrid (La Riviera, 2019)

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Fotografías: Iván Martínez

Hace ya tiempo que, gracias a una serie de discos excepcionales, de unos directos arrolladores y de una personalidad propia y genuina, León Benavente se han desprendido de manera definitiva de la etiqueta de “Supergrupo”. Su último larga duración es un fantástico ejemplo del nivel al que están brillando en la actualidad Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú. ‘Vamos a volvernos locos’ ha irrumpido con enorme fuerza en la temporada musical y sus conciertos, en los que están agotan localidades con suma facilidad, son verdaderos acontecimientos.

El viernes pasado acudimos al segundo de los que celebraron en la madrileña sala La Riviera, constatando que León Benavente es una de las bandas españolas que más en forma están y, sin ningún atisbo de duda, uno de los mejores shows que se pueden presenciar actualmente. Desde que sonaron los primeros acordes de “Cuatro monos”, comenzó una especie de liturgia en la que el abarrotado recinto se sumió sin oponer resistencia, guiados por un frontman que se convierte en gurú cada vez que se sube a las tablas.

León Benavente

La perfección de una banda de directo

No hay mejor manera de arrancar un concierto que con una declaración de intenciones como la que supone el tema con el que también se abre ‘Vamos a volvernos locos’: “Saltan porque esta noche han venido a verles. Saltan porque en el fondo les ha ido bien. (…) Os lo vamos a contar”. Así dio comienzo un setlist en el que, sin apenas respiro, el cuarteto abordó 18 temas de su discografía, desgranando su último álbum al completo. El pistoletazo de salida fue quizás el momento de menor intensidad de todo el concierto, con Abraham Boba sentado al teclado hasta el primer rugido (tal y como reza la letra de la canción), que supuso el detonante de un incendiario show que dejó sin aliento a los allí presentes.

Es indudable que el cantante de León Benavente desprende un enorme magnetismo en cada gesto, cada movimiento, cada mirada al público. Se muestra enérgico, sensual por momentos (como en el cálido baile con el que acompaña a “Como la piedra que flota”) y con un carisma abrumador que hace que la propuesta de su banda llegue a otro nivel, donde la música es el mejor de los medios de expresión, una incuestionable forma de vida y una catalizador de las emociones de quien la crea y de quien la disfruta al otro lado.

Impresiona y sobrecoge presenciar en directo a una banda tan perfectamente engrasada. Cuatro brillantes músicos rodeados de multitud de instrumentos, teclados, pedales y sintetizadores, que otorgan a su propio directo un sonido casi exacto al que plasman en sus grabaciones de estudio, con toda su complejidad y sin dejar de lado ninguna de las texturas y capas que envuelven las geniales letras de Boba.

León Benavente

Sin respiro ni tregua

Probablemente no haya en nuestro país mejor banda en directo que León Benavente. En cada uno de los aspectos que definen un espectáculo de estas dimensiones se muestran sobresalientes, sin fisuras. Pero además de la calidad y finura de su interpretación, lo que realmente emociona es sentir la entrega incondicional que hacen los cuatro a sus canciones y, en definitiva, a su fiel y creciente público. Cuatro músicos de una categoría excepcional que brillan en conjunto, en un proyecto apoyado de manera equilibrada en cada una de las patas y en el que, aunque la figura de Boba es poderosa y pudiera restar protagonismo al resto, esto no ocurre debido a la fundamental aportación que hace a las canciones cada uno de los miembros.

Como decíamos, en la escasa hora y media que duró el concierto, León Benavente abordaron sin descanso casi una veintena de temas. En ocasiones se agradecen los conciertos de estas características, sin medias tintas, sin extensos discursos entre canciones, sin superfluas prolongaciones de estrofas o solos, dejando de lado toda parafernalia y centrando el 100% de los esfuerzos en sacar todo lo que se tiene dentro. Esto hace que no haya opción de descanso o desconexión por parte del público, manteniendo la tensión durante todo el desarrollo y haciendo vibrar a los asistentes con un despliegue emocional sin paliativos.

León Benavente

Repertorio incontestable

En un repertorio en el que se podrían considerar hits todos y cada uno de los temas interpretados, resulta difícil destacar alguno por encima del resto, pero sí que conviene reseñar alguno de los momentos más especiales que se pudieron vivir. Tal es el caso de la colaboración de Miren Iza (Tulsa) en “Mano de santo”, voz con la que se contó también en la versión de estudio que contiene ‘Vamos a volvernos locos’ y que aporta un ápice más de dulzura y de sensualidad (plasmados en el escenario con la conexión de ambos cantantes) a un tema lleno de groove y de adictivo fraseo.

La llegada de “Ánimo, valiente” supuso quizás uno de los momentos más emotivos de todo el show, con los músicos recordando sus inicios y el público totalmente entregado a cada una de las estrofas que dan forma a una canción que es ya un himno y que en esta ocasión sonó con un tempo algo menor que la original, incluida en su álbum debut.

Descargas de intensidad

Pero si hay algo que caracteriza la música de León Benavente y, por extensión, cada uno de sus directos, es la facilidad del grupo para construir estribillos instrumentales netamente coreables. Así ocurre con los riffs de “Amo”, “Tipo D” o, sobre todo, la imprescindible “Ser brigada”. El apoteósico final del concierto, estuvo marcado por las tres canciones que abordaron en el único bis que concedieron. La bella y dolorosa “La canción del daño” sirvió de antesala para  el éxtasis final en el que la propia “Ser brigada” y “Gloria” propulsaron la última descarga de adrenalina de la noche, la del sudor final y la certeza de que con la intensidad que León Benavente encaran cada directo, el tiempo de duración del concierto (aunque se pasara volando) es el adecuado para que tanto derroche se canalice de la mejor manera, sin perder fluidez ni poderío.  

León Benavente

Setlist León Benavente:

  1. Cuatro monos
  2. Amo
  3. Como la piedra que flota
  4. La ribera
  5. Se mueve
  6. Mano de santo (con Miren Iza)
  7. Estado provisional
  8. Ánimo, valiente
  9. Volando alto
  10. No hay miedo
  11. Aún no ha salido el sol
  12. Tipo D
  13. California
  14. Disparando a los caballos
  15. Ayer salí
  16. La canción del daño
  17. Ser brigada
  18. Gloria

AUTOR

Javier Decimavilla
Javier Decimavilla
La música nos puede salvar la vida o al menos mejorarla. Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, The Beatles o The Rolling Stones, entre otros, nos llevan enseñando el camino a la felicidad desde hace décadas.

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